La Facultad de Derecho de la Universidad de Alcalá se alberga actualmente en un edificio ubicado en el centro histórico de Alcalá de Henares, en el número 27 de la calle Libreros, edificio que fue antiguo Colegio Máximo de Jesuitas. Forma parte del Campus Histórico de la Universidad, ubicado en el centro urbano de la ciudad de Alcalá de Henares

Tal como relata el historiador alcalaíno Esteban AZAÑA[1], el conjunto arquitectónico (Colegio e Iglesia) se fundó del siguiente modo:

"... vino a estudiar al Colegio Mayor de San Ildefonso el padre Francisco de Villanueva, residían en Alcalá la serenísima infanta doña María, Emperatríz, y doña Juana, reina madre de Portugal, en unión de doña Leonor Mazcareñas, aya de Felipe II, quien en otras ocasiones había socorrido al padre Villanueva, y en ésta le alentó a fundar un colegio de la Compañía de Jesús, propósito que abrigaba hacía tiempo, ofreciéndole su liberal apoyo y el de la infanta. Dió principio el padre Villanueva a la casa, para lo que compró un patio llamado de Mataperros y de los Aguadores, cerca de la ermina de Los Doctrinos, vinieron los primeros religiosos en 1546, donde permanecieron hasta el 49, en que se mudaron a la casa que en la calle de Libreros...".   

[1] AZAÑA CATARINÉU, E.; Historia de la ciudad de Alcalá de Henares (antigua Compluto), Tomo II, Madrid 1885, pp. 12 ss.

Del texto de Azaña extraemos muchos de los aspectos fundacionales del edificio que albergara el Colegio Máximo de la Compañía de Jesús. Como que para su inicial ubicación se adquirió el patio llamado de Mataperros, cercano a la Puerta de los Aguadores, junto a la ermita de los Doctrinos. Se encargó su fundación al padre Francisco de Villanueva, jesuita y antiguo colegial del Colegio Mayor de San Ildefonso, que con el apoyo financiero de Doña María y Doña Juana de Austria y de Doña Leonor de Mascareñas en 1546 abrió sus puertas. Más tarde, para la construcción del nuevo Colegio (1620-1680) y de la Iglesia (1567-1624) fueron Doña María y Catalina de Mendoza, de la casa de los marqueses de Mondéjar, quienes impulsaron su construcción.

En 1602 varió su antiguo emplazamiento a la calle de los Libreros, donde hoy se erige majestuosa su magnífica fachada. El nuevo edificio se adaptaba, en su construcción, a las pautas marcadas por la Compañía para los fines a los que habría de ser destinado: planta rectangular con dos patios, uno para estancias donde albergar a los miembros de la Compañía, y otro para aulas. Entre 1660 y 1690 sufrió diversas transformaciones siguiendo el estilo proyectado por Melchor de Bueras que nos presenta su actual visión: sobre zócalo de piedra crecen tres plantas de ladrillo en las que se abren 37 grandes ventanales adintelados cerrados por rejas forjadas, y un balcón sobre la puerta principal. 

En el iter de avatares que soportó el empleo del inmueble, alternando sucesivamente los de eclesial, universitario y castrense, tenemos que relacionar: En 1767 los jesuitas fueron expulsados de España por Pragmática Sanción de Carlos III y se encargó al arquitecto Ventura Rodríguez la modificación de su estructura con la idea de convertirlo en dependencias universitarias. A él debemos la construcción en el interior de una egregia escalera de tipo imperial, que accede a las plantas superiores. Corría el año de 1780. En 1797 el edificio pasó de ser dependencia universitaria a castrense, siendo ocupado por el Regimiento de Infantería de Zaragoza. En 1827 la Compañía de Jesús recuperó el edificio, manteniéndolo hasta 1836, cuando los jesuitas fueron de nuevo expulsados; pasando a albergar el llamado cuartel de Mendigorría. Entre 1987 y 1990 los arquitectos Ángel y Antonio Fernández Alba llevan a cabo las obras de adaptación y ampliación del cuartel para acoger una de las instalaciones de la recién refundada Universidad de Alcalá, la Facultad de Derecho, que es a lo que en la actualidad está destinado